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¿Quienes Somos?

¿Quiénes somos?

La WCCM tiene presencia en varios países en Latinoamérica a través de grupos que se reúnen semanalmente en forma presencial o virtual, con meditadores que a la vez practican diariamente esta forma de oración contemplativa en forma personal. En Latinoamérica de habla hispana existen ramas de esta gran comunidad en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, Paraguay, Uruguay, Venezuela.

Las raíces de la WCCM

Muchos cristianos han recuperado el contacto con su propia tradición de meditación, como forma de oración contemplativa, gracias al trabajo del Padre John Main, O.S.B., quien es la inspiración de la WCCM (Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana). Su enseñanza de esta antigua tradición de oración contemplativa tiene raíces en los Evangelios y en la tradición monástica cristiana de los Padres y las Madres del Desierto.

Así se formó lo que llamamos un “monasterio sin paredes”, basado en la dimensión contemplativa de la fe y de la vida cristiana, integrado por personas que meditan en esta tradición alrededor del mundo.

La Comunidad tiene un hogar físico central en Bonnevaux, Francia, centro de paz y de retiros.

Misión

La misión de la Comunidad tiene aspectos de alcance y divulgación. Por alcance nos referimos al despertar de la dimensión contemplativa de la fe y la vida cristiana, especialmente a través de la enseñanza de la meditación en iglesias, diócesis, escuelas, universidades y grupos semanales en distintos contextos. Por divulgación nos referimos a compartir los frutos de la meditación en un contexto secular para desarrollar nuevas formas de liderazgo y nuevas ideas para muy diversos ámbitos, como Salud, Justicia Social, Ciencia y Tecnología, Medio Ambiente, Diálogo

Las dos palomas

El símbolo de las dos palomas en el borde de un cáliz u otra copa es muy antiguo. Su uso por la Comunidad Mundial se inspira en un mosaico del siglo V en la tumba de Gala Placidia, una de las Iglesias Cristianas primitivas de Ravena, originalmente construida como tumba imperial. El símbolo de la paloma bebiendo es arquetípico. Es una metáfora de lo sagrado. La asociación con el agua, en la iconografía cristiana, evoca el simbolismo místico de la regeneración o purificación por el bautismo. La paloma es el símbolo cristiano del Espíritu Santo. En el arte cristiano, los siete dones del Espíritu Santo fueron representados como palomas en el Árbol de la Vida, o bebiendo las aguas de la sabiduría y la vida eterna. El Cáliz evoca el misterio del sacrificio, corazón de la Eucaristía cristiana, donde el Hijo se ofrece al Padre en el amor del Espíritu Santo, y une a toda la creación en esta oblación. Los dos pájaros sugieren la unidad subyacente de la vida activa y la vida contemplativa en cada ser humano. Marta y María son hermanas inseparables en la vida de todos los que adoran a Dios en la profundidad de su espíritu. Como dice John Main: “La meditación es la realización del Ser, de la pura acción. No puede ser un estado meramente pasivo porque lo que es energético como quietud es, en el punto más alto de la acción, energía – conciencia incandescente”. Apollonia Schofield, extracto