Cómo meditar
Busca un lugar silencioso. Siéntate con tu espalda derecha, permanece quieto/a. El cuerpo relajado y a la vez atento, expresa la actitud total de la persona, de atención y reverencia. Cierra tus ojos suavemente y empieza a recitar tu palabra, oración o mantra, silenciosa, interior y amorosamente durante todo el tiempo de la meditación.
Recomendamos la palabra “Ma-ra-na-tha”. Dila en 4 sílabas con igual énfasis y fervor. Esta es una palabra en idioma arameo, el que hablaba Jesús. Significa “Ven, Señor Jesús” o “Oh, Señor, ven”. San Pablo termina su primera carta a los corintios con esta palabra (I Cor. 16,22b) y es también casi la última palabra del libro del Apocalipsis (Ap. 22:20). No pienses en el significado de la palabra. Presta total atención a su sonido durante todo el tiempo de tu meditación, desde el principio al final. Si surge una distracción, simplemente regresa a tu mantra. Medita por 20 a 30 minutos cada mañana y cada noche, cada día de tu vida. No evalúes los resultados. Persevera en la práctica humilde y amorosamente.
Oración de la Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana para iniciar la Meditación
Padre celestial, abre nuestros corazones a la presencia silenciosa del Espíritu de tu Hijo. Condúcenos dentro de ese misterioso silencio donde tu Amor es revelado a todo aquel que clama “Maranatha… Ven, Señor Jesús”.