Reflexiones de Cuaresma 2022
El brillo fresco de todo lo nuevo se desvanece rápidamente. La novedad de la Cuaresma tampoco dura mucho, así que no tenemos tanto tiempo para decidir el significado que va a tener para nosotros este año.
Sea lo que sea lo que decidamos “hacer”, “dejar” o ” adoptar” para la Cuaresma, lo más importante es ser Cuaresma. Esto significa permitir que el espíritu de la Cuaresma se filtre y aflore en nuestra conciencia. ¿Cuál es el espíritu de la Cuaresma? Utilizar el tiempo para simplificar, enfocar y centrar nuestra mente. Esto implica inevitablemente también nuestro cuerpo, porque la mente y el cuerpo danzan y se entrelazan continuamente, de modo que una dimensión siempre repercute en la otra. Dejar de fumar, de beber alcohol o de consumir medios de comunicación sin sentido supondrá un reto para nuestro estado mental, y en un plazo breve, será para bien. Dedicar un tiempo adicional a la meditación y la lectura enriquecerá nuestro bienestar físico al reducir la acumulación de tensión física.
Dicen que el cincuenta por ciento de las personas a las que se les prescribe medicación no la toman. Quizá el cincuenta por ciento de los meditadores que creen que meditan, no lo hacen.
El ascetismo forma parte de cualquier espiritualidad de vida sana, pero no se trata sólo de cultivar nuestro jardín interior privado. Por eso Jesús dice que todo lo que “hagamos” en este sentido debe estar informado por una conciencia más elevada, con lo que quiere decir menos conciencia de sí mismo. No dejes que tu mano izquierda sepa lo que está haciendo tu mano izquierda” y despréndete de la preocupación por impresionar a los demás. Esto libera mucha energía, da un impulso a nuestro andar e incluso mejora nuestra postura física. Esa energía es la alegría de ser, la energía de la creación que fluye directamente de la fuente. No podemos imaginarla. Tenemos que eliminar los hábitos del cuerpo o de la mente que la bloquean o contaminan.
Entonces la alegría empieza a fluir por todas partes y no seremos capaces de detenerla incluso cuando las cosas no nos vayan bien o si llevamos la carga del sufrimiento de los demás – como todos lo hacemos por Ucrania estos días. La alegría es, en última instancia, lo que vence a la opresión y a los poderes de las tinieblas: tanto si son tanques que ruedan para matar a los inocentes y despojar a la gente de su paz y su libertad como si son nuestras propias sombras oscuras que surgen para abrumarnos.
Simone Weil dijo que no podemos aprender nada si no es a través de la alegría.
Un descubrimiento muy sorprendente al que nos lleva la oración pura es que renunciar a nuestra posición imaginaria en el centro del universo no es, como tememos, destructivo, sino vivificante. El evangelio de hoy dice esto:
Si quieres ser seguidor mío, renuncia a ti mismo, toma tu cruz cada día y sígueme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, ése la salvará. ¿Qué ganas, pues, aunque ganes el mundo entero, pero pierdas o arruines tu verdadero y propio ser en el proceso? (Lc 9,22-25).