๐๐ฏ ๐ฆ๐น๐ต๐ณ๐ข๐ค๐ต๐ฐ ๐ฅ๐ฆ ๐๐ฐ๐ฉ๐ฏ ๐๐ข๐ช๐ฏ ๐๐๐, “๐๐ฆ๐ญ ๐ข๐ช๐ด๐ญ๐ข๐ฎ๐ช๐ฆ๐ฏ๐ต๐ฐ ๐ข๐ญ ๐ข๐ฎ๐ฐ๐ณ”, ๐๐๐ ๐๐๐ ๐๐ ๐๐๐๐๐๐๐๐๐ (๐๐ถ๐ฆ๐ท๐ข ๐ ๐ฐ๐ณ๐ฌ: ๐๐ณ๐ฐ๐ด๐ด๐ณ๐ฐ๐ข๐ฅ, 1990), ๐ฑ๐ฑ. 44-46.
Meditamos porque sabemos con absoluta certeza que debemos atravesar y superar nuestra propia esterilidad. Debemos trascender la esterilidad del sistema cerrado, de una mente puramente introspectiva. Sabemos, con una claridad cada vez mayor, que tenemos que pasar del aislamiento al amor. Cuanto mรกs profundo sea el grado en que nos repleguemos sobre nosotros mismos, mรกs complejo serรก el grado en que nos fijemos en nuestra propia autoconciencia. El resultado es como estar atrapado en una sala de espejos donde constantemente tomamos la imagen por la realidad. Y todo lo que tenemos son imรกgenes de nosotros mismos.
ยฟPor quรฉ es tan diferente la meditaciรณn? Porque tenemos que hacer un acto de fe, un acto total de abandono. En otras palabras, nos comprometemos con la meditaciรณn y con el mantra como una forma de abandonar la autoconciencia. Es entonces cuando la esterilidad se transforma en pobreza, una pobreza que abrazamos por completo, un estado de total sencillez, vulnerabilidad y abandono. Y la autoconciencia da paso a la conciencia. Nos hacemos conscientes de lo que hay mรกs allรก de nuestros propios horizontes . Vemos todo baรฑado en el amor infinito de Dios.