Reflexiones de Cuaresma 2022
Sepan que que el autoconocimiento puro e inmutable en el corazón es el conocimiento que, a través de la destrucción del ego, concede la liberación.
Ramana destila en unas pocas palabras la sabiduría milenaria. Tómalo o déjalo. Podemos fallar en escuchar y confiar en ello debido a su simpleza irreductible. No dice todo sobre la conciencia humana y el destino. ¿Acaso hay algo que pueda hacerlo? Pero expresa una verdad que abre la mente autoiluminada a sí misma si confiamos en ella.. La palabra pistis del evangelio la podemos traducir como fe que también significa confianza.
La confianza es el primer paso hacia la práctica seria que puede llevarnos un día -o toda la vida- en cumplir. No importa el tiempo. Lo único que importa es que demos ese primer paso -cada día- hasta que sepamos que ya estamos allí.
Con la legión de crisis que se arremolinan a nuestro alrededor en estos días, este tipo de expresión de la verdad podría parecer aspiracional, idealista, pero, bueno, no sólo por ahora. Naturalmente, nuestra principal preocupación no debería ser escribir cotidianamente y pensar acerca de estas cosas sino hacer lo que podamos para reducir el sufrimiento generado por estas crisis. Pero esto no es lo que espera Ramana, que nos limitemos a pensar sobre esto. Si escuchamos con atención, fidelidad y confianza entonces veremos el ser-iluminado. Y nos convertimos en lo que vemos.
San Pedro sabía esto:
Así hemos visto confirmada la palabra de los profetas, y ustedes hacen bien en prestar atención a ella, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y aparezca el lucero de la mañana en sus corazones. (2 Pedro 1:19)
Pensar en ello, compararlo, analizarlo, guardarlo en la memoria, es actuar como el adicto que sabe que debe parar o morir, pero aun así pospone el momento de la verdad y la conversión real.
Si cada día una persona del planeta pudiera escuchar hasta el punto de permitir que el “misterio de Cristo en ti” se ilumine por sí mismo, la causa del sufrimiento del mundo se reduciría. Brilla por s’i mismo no depende de pensamiento o prueba. Simplemente es y nada puede contradecirlo o invadirlo.
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