Febrero 26 de 2024
El teólogo medieval, Tomás de Aquino, llamó a la belleza 'una especie de conocimiento'. Dostoyevski dijo famosamente que 'la belleza salvará al mundo'. Más personalmente y, por lo tanto, menos abstractamente, ¿estás de acuerdo conmigo en que cuando encontramos algo hermoso lo amamos? ¿Podrías recordar por un momento algunas cosas que puedan despertar en ti este sentido de belleza? A veces me sorprende gratamente descubrir que algo que no considerábamos especial nos muestra la reveladora noticia de que la belleza está presente en el mundo, aunque no siempre podamos verla.
Por ejemplo, piensa en alguien que está realizando una tarea para ti como parte de su trabajo remunerado. Algunas personas, al venir a ayudarte, parecen estar allí de mala gana, deseando que les pagues y te vayas rápidamente. Otros realizan su tarea eficientemente y con cortesía, pero sin agregar un toque personal. Ocasionalmente, te encuentras con alguien que, por alguna razón mágica, te hace sentir la presencia del desinterés. Es su propia presencia, pero también algo que irradia a través de su manera de actuar con una amabilidad relajada, segura pero no coercitiva, que por un tiempo te hace sentir una persona más feliz y mejor simplemente porque otro ser humano se relaciona contigo de esta manera.
Para los escépticos que están entre nosotros, también puede haber razones inconscientes para esto: la persona te recuerda a alguien que te gusta o que de alguna manera te resulta atractiva. Sin embargo, estos factores no explicarían el sentido de gracia. Esto implica una energía o presencia que tiene un motivo impenetrable, lo cual es un indicio de que es pura bondad, amor ágape.
Es 'hermoso' y sin esfuerzo. En obras de arte que te conmueven profundamente y te otorgan una perspectiva del mundo que es obvia pero sorprendente, familiar y sin embargo fresca, ya sea en a través de la música, una novela, una poesía, una pintura, una película o un dibujo infantil, la belleza siempre se siente como algo natural. El ego y el trabajo creativo del artista se han absorbido por completo en la obra final.
La belleza es una manifestación de gracia. Está tan presente a nuestro alrededor como el oxígeno. La belleza solo fue creada una vez: es una ventana que se abre hacia lo eterno. Pero es la naturaleza esencial de todas las cosas y cada persona. Es por eso que puede surgir de repente en cualquier lugar.
Esa es parte del trabajo de la Cuaresma: sensibilizarnos, a pesar de las noticias diarias y la falta de armonía que nos rodea, a la belleza en la que vivimos, nos movemos y existimos.
Laurence Freeman, OSB.