John Main descubrió la meditación cuando estaba en el Servicio Colonial Británico en Malasia. Durante su trabajo conoció al Swami Satyananda, fundador de la “Sociedad Vida Pura”, que vivía una vida espiritual dedicada a servir a los demás. John Main quedó muy impresionado por la serenidad y la santidad de este monje y cuando sus asuntos oficiales terminaron, ellos comenzaron a hablar de la oración, especialmente acerca del modo del Swami, de repetir el mantra durante todo el periodo de su meditación.
Pronto John Main se encontró preguntándole al Swami si él como cristiano podría aprender a orar de esa manera. El Swami le contestó riéndose que esta práctica sólo podría hacerlo un mejor cristiano.
En su libro “Christian Meditation – The Gethsemani Talks‟ John Main cuenta cómo el Swami enfatizaba la importancia de meditar cada mañana y cada noche durante media hora diciendo “Si trabajas seriamente y quieres arraigar este mantra en tu corazón, entonces esto es lo mínimo que se debe hacer… Durante el tiempo de la meditación no debe haber en tu mente ni pensamientos, ni palabras ni imaginación. El único sonido será el sonido de tu mantra, tu palabra. Es como una armónica, y a medida que hacemos sonar esta armónica en nuestro interior comenzamos a construir una resonancia. Esa resonancia después nos guiará hacia adelante, hacia nuestra propia unidad… Comenzaremos a experimentar la profunda unidad que todos poseemos en nuestro ser. Y luego la armónica comenzará a construir una resonancia entre ti y todas las criaturas y toda la creación, así como la unidad entre ti y tu Creador”.
Este fue el comienzo del viaje de Meditación de John Main. La meditación te guía hacia al silencio que te lleva a la oración contemplativa, a la oración profunda, la oración en silencio. La meditación se convirtió en el pilar principal de su vida de oración y de toda su existencia, que lo llevó finalmente a convertirse en monje. En ese entonces, la meditación no era aceptada como un modo válido de oración en el monasterio y John Main tuvo que renunciar a ella al convertirse en novicio, siguiendo el espíritu de obediencia Benedictina. Sin embargo, la extrañaba profundamente, pero vio en su renuncia una enseñanza de una forma de desapego. “Aprendí a separarme de la práctica que era sagrada para mí y sobre la que quería construir toda mi vida. En cambio, aprendí a construir mi vida sobre Dios mismo.”
Muchos años después no cabía en su gozo al descubrir que esta práctica estaba en los escritos de Juan Casiano, un monje cristiano, un Padre del Desierto del siglo cuarto. Allí leyó acerca de “la práctica de usar una frase única y corta para lograr el silencio necesario para la oración”. El sintió que había llegado una vez más al hogar y volvió a la práctica del mantra.
El Padre John Main fue pionero en compartir este modo de oración a través de grupos de meditación, libros y retiros, no solamente con monjes sino con gente común, jóvenes y mayores. Después de su muerte en 1982, el P. Laurence Freeman OSB, se hizo cargo de continuar esta misión y se convirtió en el guía espiritual de la Comunidad, y en 1991 fundó la Comunidad Mundial para la Meditación Cristiana.